lunes, 12 de mayo de 2014

Intercambio del IES Ángel Ganivet con el Lycée Descartes de Tours





Según mi criterio, este intercambio fue genial. Primero, cuando los franceses vinieron a Granada, todos estábamos un poco cohibidos, pero después del primer día que pasamos todos juntos en Córdoba, la cosa empezó a animarse. Los sacábamos todos los días para que se vieran, los llevamos a la playa, a cenar a un restaurante, a visitar la ciudad... Los españoles empezamos a entablar amistad con nuestros correspondientes, y con los demás franceses también.

Personalmente me llevé genial con mi correspondiente e hicimos muchas cosas juntos. Ya en Francia, París nos resultó impresionante por sus dimensiones en comparación con Granada, los monumentos son maravillosos y allí es cuando uno nota que de verdad está en Francia. La única noche en el albergue parisino fue bastante divertida. 

En Tours, me alegré mucho de volver a ver a mi correspondiente y a mis otros amigos franceses. Me gustaría destacar la extrañeza que nos originaron los horarios de Francia. Allí los españoles hicimos casi todo junto, visitamos los magníficos castillos del Loira, la ciudad de Tours, sus mercados, museos... 
 
Durante el fin de semana familiar, el sábado, fui a una reserva de animales, “Beaumarchais”, donde éstos campaban a sus anchas y los que realmente estaban “enjaulados” éramos nosotros los humanos, y el domingo fuimos un pequeño grupo franco-español a jugar al “Laser Game”. Llegado el momento de la despedida y de los abrazos, todo el mundo, entre el alborozo y alguna lágrima, se emocionó. De este intercambio me llevo muy buenos recuerdos, bonitas amistades, el elegante idioma y la ganas de volver algún día. Repetiría.

Desde estas líneas quiero dejar patente mi agradecimiento a mis profesores del IES Ángel Ganivet y del Lycée Descartes.

Alejandro Martínez García 

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